El maltrato infantil

“La delimitación de qué es el maltrato infantil y cuáles son las situaciones de desprotección ha de partir de una definición previa de cuáles son las necesidades básicas que todo niño, niña o adolescente tiene que tener satisfechas para garantizar su desarrollo integral. Desde este planteamiento, la definición del maltrato infantil se realiza desde la perspectiva del menor y sus necesidades. La adecuada satisfacción de estas necesidades básicas establece el límite entre el “buen-trato” y el    “mal-trato” y constituye la clave del bienestar infantil. De hecho, la inadecuada atención de las mismas es lo que da lugar a las diferentes formas de maltrato infantil. Esta perspectiva incluye además otras situaciones que, aun no llegando a constituir maltrato y no tener una implicación legal o médica evidente, constituyen desde el punto de vista del menor un riesgo para su adecuado desarrollo personal y, por tanto, una señal de alarma que ha de activar una intervención de carácter preventivo por parte de los profesionales.

Por último, esta perspectiva permite identificar situaciones perjudiciales o de vulnerabilidad para un menor y determinar las condiciones mínimas y elementales a cumplir no sólo en el contexto familiar, sino también en otros contextos de crianza (escuela, centros hospitalarios, grupos de iguales, etc.)”.

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Fuente: “Atención al maltrato infantil desde el ámbito de servicios sociales de atención primaria”. Consejería de Política Social, Mujer e Inmigración de la CARM.

La Convención de los Derechos de los Niños de las Naciones Unidas en su Artículo 19, se refiere al maltrato infantil, como: «Toda violencia, perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, mientras que el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquiera otra persona que le tenga a su cargo».

 

TIPOLOGÍA DEL MALTRATO INFANTIL

El maltrato no es un hecho aislado, sino que es un proceso que viene determinado por la interacción de múltiples factores: sociales, familiares, personales, no siempre delimitados cuantitativa ni cualitativamente. Su clasificación sólo implica determinar el problema emergente o más relevante que afecta al niño, pero no debemos olvidar la existencia de una multicasualidad (contextos maltratantes).

El maltrato puede clasificarse desde diversos puntos de vista. Estas perspectivas son las siguientes:

  • Según el momento en el que se produce el maltrato.
  • Según los autores del maltrato.
  • Según las acciones concretas que constituyen el maltrato infligido.

 

INDICADORES DE MALTRATO INFNATIL

Las situaciones de maltrato y abandono infantil se producen muy frecuentemente en un ambiente privado y en el contexto del domicilio. Es así poco probable observarlas directamente. En consecuencia, su detección ha de ser realizada en base a sus manifestaciones externas.

A continuación se presentan una serie de indicadores, que pueden servir como una primera llamada de atención para cualquier profesional acerca de la existencia de alguna de las tipologías de maltrato más frecuentes anteriormente descritas.

Además de esta clasificación genérica pueden consultarse los diversos manuales editados por la Consejería de Política Social Mujer e Inmigración (2009) , donde aparecen clasificaciones específicas de indicadores por campos profesionales con el objeto de hacer más fácil la detección desde los servicios sociales, educativos, sanitarios y de los cuerpos y fuerzas de seguridad.

Una característica común de los indicadores es que son observables. Estos pueden referirse tanto a señales corporales, como a comportamientos de los niños afectados y de los adultos encargados de su cuidado.

FUENTE: Maltrato infantil: Protocolos de actuación”. 2ª Edición. 2008. Dirección General de Familia y Menor. CARM