MALTRATO INFANTIL: FALSAS CREENCIAS

“Solo podemos decir que un niño o niña es maltratado cuando los padres lo hacen intencionalmente”

La intencionalidad en las conductas no es un requisito necesario para considerar que un niño o niña está siendo maltratado.

“Todas las personas que son maltratadas en la infancia maltratarán en el futuro a sus hijos/as”

A pesar de constituir un factor de riesgo, no podemos olvidar que el ciclo de la violencia se puede parar y que entre el 65 y el 7% de personas maltratadas consiguen romper este ciclo.

“La mayoría de los abusos sexuales los cometen desconocidos o personas que no se encuentran en el ambiente del niño/a”

Y sin embargo, la mayoría de los abusos sexuales se cometen en el seno familiar o por personas muy próximas al niño o a la niña.

“El maltrato infantil es muy poco frecuente”

A pesar de la dificultad de conocer el número real de casos de niños y niñas maltratados, debido a que la mayoría tienden a ocultarse, los estudios vienen a coincidir en que al menos quince de cada mil niños y niñas menores de 18 años son objeto de maltrato.

“El maltrato infantil tan solo ocurre cuando hay lesiones graves o existen abusos sexuales”

Este tipo de error provoca que no se detecten otras formas de maltrato infantil que, sin embargo, pueden tener consecuencias más graves y cuya frecuencia es mucho mayor como el abandono físico, el maltrato psicológico, etc.

“Los padres, las madres que maltratan a sus hijos e hijas son malos, enfermos mentales o drogadictos”

La proporción de padres y madres que maltratan a sus hijos o hijas y padecen algún tipo de alteración psiquiátrica grave es bastante reducida, algunas investigaciones la sitúan en torno al 5 y 10 %.

“El maltrato y la desprotección sólo afecta a las clases sociales bajas/desfavorecidas”

El maltrato infantil es un problema que no distingue entre niveles económicos, clases sociales o niveles culturales.

“Los niños y adolescentes a menudo fantasean, inventan historias y mienten cuando dicen que han sido sometidos a abusos sexuales”

Cuando un niño, niña o adolescente dice que ha recibido abusos hay que creerle. Normalmente no miente.

“Los niños y las niñas, a menudo, seducen a los adultos”

Esta creencia podría traducirse que para ciertos adultos conductas infantiles son percibidas como provocativas o seductoras. Es el adulto quien se siente seducido, el niño no seduce.

“El incesto o abuso sexual sólo afecta a chicas o chicos con comportamientos negativos o desadaptados”

El comportamiento desadaptado suele ser la consecuencia no la causa del abuso