Seguir tratando aspectos varios de la sexualidad de forma tabú, con miedo o con silencios es un reflejo de cómo cada cual vive su sexualidad.
Es cierto que no podemos esperar que todo el mundo hable de sexualidad(es) de forma abierta, sana y natural, es lo deseable, estaría genial, pero no es lo real.
Venimos de donde venimos, sí. Está claro que hay miedos, inseguridades y muchas dudas al abordar el tema.
Pero no podemos repetir el esquema. No podemos seguir con el patrón.
No podemos esperar a que “otros” se encarguen de eso.
Debemos cambiar el discurso, el “yo no tuve educación sexual de calidad”, por “yo no tuve educación sexual de calidad, y no quiero que se repita lo mismo con las nuevas generaciones”
Es nuestra responsabilidad, como personas adultas, asegurarnos de que nuestra infancia va a recibir educación sexual de calidad, sin miedos, sin dudas y sin historias fantásticas que no hay por dónde coger.
Es responsabilidad, pero si tú no puedes, no sabes o directamente no quieres, busca a profesionales para ello.
Si estás leyendo esto y piensas que eso te pasa a ti, que no sabes cuándo abordar “el tema”, qué sólo pensarlo te hace sentir un calor abochornante o prefieres no pensarlo.
Si necesitas ayuda puedes contar con AMAIM, estaremos encantadas de acompañarte.
Ilustración: Laura y Dino.